Antes no estaba sola...
porque en el espejo estábamos yo y una novela inquietante.
Vivía y revivía en el recuerdo...
fragmentos de la novela de mi vida.
En el espejo yo no odiaba mi rostro vulgar...
porque no podía ser vulgar,
un rostro que hubiese engañado a los demonios,
hechizado a los príncipes, y
pactado con su propio corazón no dejar de estar en peligro
siempre.
Estaba permanentemente al borde del abismo...
sintiendo a los demonios aullar por mí.
yo les sonreía y no caía nunca.
Pero termino...
la criminal fantasía
de aquel juego de sombras y verdades a medias.
Las mentiras dejaban un rastro demasiado oscuro
como para que no se notase entre tanta luz.
La luz, aquella luz, complice de mis crímenes...
expuso la verdad oculta tras la quietud de las cosas.
tan impunemente...
que hasta pareció ser inducida por el azar.
así fue que los demonios perdieron su interés
por ese alguien,
que pasó de ser el criminal despiadado
a ser su propia víctima.
Empecé a ser normal...
Poco a poco, en el espejo,
se desfiguraba la gloria en mis ojos...
y ahora soy solo yo,
y el rostro vulgar.
(una carcajada de mis putas pesadillas)
tan lamentablemente despierta,
que no quiero un minuto más adentro mio.
No entiendo cómo alguien puede vivir sólo con la realidad,
Porque nunca hay nada nuevo bajo el sol...
y el mundo no es más que una linda pelotita de caca.
y yo no quiero volverme tan loca...
yo no quiero ser así de triste.
(- hey piba! decime una cosita...
vos estas cojiendo bien?-
-no , si la cabeza la tengo nada mas
para que apoyes el vaso infeliz -)
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